miércoles, 10 de julio de 2019

CAFÉ CON UN EXTRAÑO

          Entré a aquel café distraída y con un paso rápido. Un hombre de cabello blanco que sostenía un café en una mano y un croissant en la otra, se detuvo para darme el paso, gesto que agradecí, pues no era común cruzarse con un hombre caballeroso. Me senté en una mesa solitaria y pedí a la camarera un café con leche y unas galletas. Mientras esperaba saqué un libro de mi bolso; ya casi terminaba de leerlo. Lo abrí y lo continué, por unos minutos interrumpida por la chica que trajo mi orden. Seguí leyendo mientras disfrutaba de mis galletas y sorbía mi bebida. Estaba tan absorta en mi lectura que la música y el suave bullicio de la gente desaparecieron. Pronto me di cuenta de tal silencio y levanté la vista.

          Parecía como si estuviera en un museo de cera. Todo a mi alrededor estaba paralizado, excepto el señor de cabello blanco... Sí, el caballero que me cedió el paso. Éste se encontraba escribiendo en una libreta. Volví a recorrer con la mirada el establecimiento. No lo podía creer. Todo estaba inmóvil. La mesera, de pie, con una bandeja en sus manos; un cliente leyendo el periódico; otra más, guardando su celular en su bolso; y así, los demás.
-¿Se ha dado cuenta? -Pregunté al señor.
-¿De qué? -Me respondió sin mirarme y sin dejar de escribir.
-¡Mire! -Ordené. -Todos están paralizados. ¿Qué ha sucedido?
-¡Ah! Es eso. No te preocupes.
-¿Qué tanto escribe? -Pregunté algo desesperada.
-Escribo historias.
-¿Historias?
-Así es, jovencita.
Yo seguía sin comprender nada. ¿Cómo era posible que nadie se moviera, como si fueran estatuas? ¿Y por qué aquel hombre parecía tan tranquilo? ¿Cómo podía seguir escribiendo como si nada sucediera?

          Puse atención a lo que escribía. Se trataba de una historia en la que una mujer enloquecía al descubrirse en un mundo en el que el tiempo se detenía. Tanta fue la locura de la protagonista, que la llevó a la muerte.
-¡Dígame que no es mi historia! -Le grité.
No hubo respuesta por parte del hombre. Él continuaba escribiendo. La angustia se apoderó de mí hasta que morí a causa de un paro respiratorio.




6 comentarios:

  1. Me gustó mucho la trama y el giro que haces en el cierre (Alicia Adam, Submarino de hojalata)

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  2. Woww,qué espeluznante relato. Muy original y el final "de muerte".Lo que ha salido de este reto con el pie de Maru, es fantástico. Me ha encantado tu historia amiga.👏👏👏👏

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    1. Muchas gracias, amiga. Me alegro que te hay gustado. 😘🌸

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