jueves, 4 de julio de 2019

ERÉNDIRA

        

          Envuelta en una toalla y con el pelo recogido, cubierto con otra, salió Eréndira del baño. Se Había dado una ducha con agua tibia, que muy bien le había caído. La temperatura era muy alta ya que la canícula había comenzado. Fue hasta el tocador y después de poner crema en todo su cuerpo, empezó a peinarse con esmero. Su cabello largo era uno de sus orgullos. A través del espejo vio los claveles que estaban en su mesita de noche. Sonrió. Fidel se las había regalado la noche anterior. Habían pasado una noche hermosa en la que él le propuso matrimonio y ella aceptó feliz. Quedaron en que ella se lo comunicaría a sus padres y fijaría una cita para que él fuera a hablar formalmente con ellos. Una vez que estuvo lista fue al comedor. Era hora de almorzar y seguramente sus padres ya estaban esperándola.

          Comían, cuando su padre, un hombre poco despistado preguntó:
-¿Quién es Fidel? -Y antes de que alguien pudiera responder, continuó: -Dicen que amaneció muerto en el camino hacia el pueblo. Parece que le dieron dos puñaladas.
Eréndira palideció. No pudo emitir palabra alguna. Solo fue capaz de romper en llanto. Su madre le pidió silencio y abrazó a su hija, ayudándola a ir a su habitación. La acompañó todo el tiempo hasta que por fin y con mucho esfuerzo, recuperó la calma.

          Desde ese día, Eréndira no volvió a ser la misma. No volvió a ser capaz de sentir amor por nadie más. En algunas ocasiones se dio la oportunidad de conocer gente y llegó a salir con algunos chicos que le simpatizaban, pero no consiguió enamorarse de ninguno. Y es que siempre buscó encontrar la mirada de Fidel, sentir la forma en que él le acariciaba las manos. Deseaba escuchar palabras bonitas como las que él le decía, algo imposible, porque cada hombre tiene una forma especial de conquistar a las mujeres. Eréndira nunca aprendió a ver y a valorar lo bueno de cada uno de ellos, para así, poder enamorarse otra vez.

          Hoy han pasado muchos años y sola se ha quedado. Vive con el recuerdo de su amado Fidel.


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