sábado, 26 de octubre de 2024

RECONSIDERANDO

 


Sentirme en total oscuridad

para después perderme en la nada,

despertando muy debilitada,

sorprendida por la tempestad.


El miedo se apoderó de mi alma

pensando en la vida de mis hijos

sin los acostumbrados cobijos

que cada día les doy en calma.


¿Vale la pena trabajar tanto,

estresarse por cosas ajenas

a la sangre real de tus venas,

arriesgando familia y su encanto?


No... nada más importante que ellos,

los dos tesoros que me engrandecen

y con gran bondad mi vida mecen

entre hermosos y alegres destellos.


EL JUSTICIERO

 


La tierra temblaba siempre que los caballos,

conducidos por abusivos gobernantes,

invadían las calles, siendo los causantes

de las desgracias provocadas por sus fallos.


Cansado de las maldades en su ciudad

el libertador se levantó de su tumba

para acabar con todo aquello que derrumba

al pueblo robándole su tranquilidad.


Luciendo un rostro descompuesto y espectral,

con la espada desenvainada muy brillante

alcanzó a los abusivos en un instante

cortándoles la cabeza de forma bestial.


Con las manos y cara manchadas de sangre

volvió el justicieron a su lugar de resposo

para gozar del descanso eterno y dichoso

hasta que los sátrapas vuelvan al desangre.




MI AMOR POR TI

 



El amor que siento por ti

tiene el color del cielo azul

iluminado por el tul

del astro brillante sin fin...


Tus besos saben a yogur

que se derrite entre mi boca

tan burbujeante como soda

provocando en mi alma un gran bum.


Con mis suspiros tejo a solas

suaves cadenas de susurros

con olor a frutos maduros

que a tus sentidos alborotan.



UN NUEVO AMOR

 



Con todas las palabras hermosas

que al oído me susurras suave,

percibo la caricia de un ave

jugando con mis orejas rosas.


Me envuelven emociones ansiosas

descifrado con ello la clave

de poder palpitar en la nave

que me transforma en mil mariposas.


Así, sin más, se han vuelto valiosas

las mañanas dueñas de la llave

que con amor ahuyentó lo grave

de mis tribulaciones brumosas.


Las angustias se alejan nerviosas

dejando que la alegría lave

el ardor que dejó el desenclave

de mis soledades angustiosas.



REENCUENTRO


El llanto ha tatuado la angustia

en la cara de un alma buena

que se ha enamorado con fuerza

de aquel que bebió de su fruta.


Por siglos soportó la burla

que su conciencia traicionera

dejara en su rostro las huellas

de tal infamia sin excusa.


Vagando sin rumbo y sin rumba

se llevó una sorpresa inmensa,

al ver una imagen grotesca

con olor a mentira astuta.


Aquel que de nubes oscuras

adornó su vida maltrecha,

sufría la condena eterna

de la soledad y la culpa.


El tormento lleno de bruma

desapareció de la escena,

comenzando, por fin, la entrega

de estos que hoy, el amor disfrutan.


VENGANZA INFERNAL

 


Embrutecido por la sed de poder absoluto

el dictador robó las almas de los inocentes

diciéndoles al oído propuestas indecentes

con perversa labia, propia de cualquier zorro astuto.


Los engañados, un grupo benévolo e incauto,

se dejó envolver por esas palabras envolventes

quedando atrapados en una fosa de serpientes

sufriendo de terrible terror, nada diminuto.


Hoy, la venganza contra aquel maldito disoluto,

lo hará revolcarse en medio de dolores crujientes

suplicando piedad entre gemidos incongruentes

sufriendo infinitamente el infernal estatuto.


SUEÑO

 



Aunque no estés a mi lado,

basta con cerrar los ojos

e imaginarte commigo

para sentirte muy cerca

disfrutando de tu aroma

y de tu respiración...


Obnibulas mis deseos

al pensarte juto a mí,

haces que mi corazón

palpite con mucha fuerza

llevando a mi sangre ardiente

a explotar por gran pasión.


Pido al todopoderoso

que algún día me conceda

la gracia de tu atención,

pues se que cuando me mires

tu pasión despertaré

y mi sueño he de cumplir.


MAMACITA


Un murmullo delicado

me llevó hasta su presencia

donde el viento y su cadencia

confundían mis sentidos

distrayendo a mis oídos

con acordes afinados.


El paisaje desolado

sacudiome sin clemencia

recordándome la ausencia

de los besos recibidos

que tu ente desmedido

regalome con agrado.


Mamacita, no he olvidado

la bellísima experiencia

de vivir con tu querencia

en aquellos bellos nidos

do tus brazos bendecidos

mucho amor me regalaron.


Cuánto extraño tu legado

saturado de clemencia,

tan repleto de paciencia,

calmando con tus latidos

a mi corazón vestido

con sentimientos sagrados.