miércoles, 25 de agosto de 2021

UN RELOJ APÁTICO

 


          El reloj marcaba pesadamente las horas. Las manecillas caminaban muy despacio, como no queriendo avanzar y el péndulo se había perdido en su eterna monotonía, moviéndose arrítmicamente. Una gruesa capa de polvo vestía el aparato y el número 4 estaba de cabeza, a punto de caer completamente. El cristal estaba estrellado, haciéndolo parecer muy antiguo y la pintura ya se estaba cayendo.

          Cada mañana el sol entraba por la ventana, iluminando al pobre reloj pero los rayos solares no eran capaces de animarlo para que recuperara su ritmo normal.
-Es como si deseara acabar con nosotros -le dijo el horario al minutero.
-Creo que quiere matar al tiempo -respondió tristemente el minutero. -¿Qué pasará si lo consigue?
Los dos guardaron silencio.
-No lo conseguirá -dijo el péndulo después de un largo rato. -Nos matará a nosotros junto con él,  al tiempo jamás. Éste seguirá su curso a través de otros relojes y a nosotros, ya inservibles, quizás nos den otra oportunidad si nos dan para reciclar.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario