jueves, 26 de agosto de 2021

LA ESTÚPIDA GUERRA DE LOS TRES DÍAS

 



          Inexplicablemente, en la pequeña comunidad de El Paraíso, llovía sangre. Este pueblo se encontraba a muchos kilómetros de cualquier otro y estaba habitado por seis personas, todas de edad avanzada. Al no haber nada allí, la gente se mudó a ciudades donde hubiera una mejor calidad de vida. Y es que en un tiempo fue un pueblo próspero, pero la guerra entre dos pueblos que estaban, cada uno en un extremo de éste, acabó con él. Fue la guerra más estúpida de la historia, pues fue a causa de una mujer casada.


          Resulta que en el pueblo Río Verde vivía un matrimonio, que según dicen, era muy feliz. Eran dueños de una tiendita de abarrotes y cada semana llegaba el proveedor de mercancía, quien venía del pueblo Laguna Seca. Bien es sabido por todos que la mujer, aún siendo casada, se enredó con el proveedor, algunos años más joven. Cuando alguien le dió la noticia al marido, éste esperó a que volviera el joven proveedor y lo enfrentó. Se hicieron de palabras y cuando estaban a punto de los golpes, la mujer salió y dijo estar enamorada de su amante. Sumamente molesto, el marido ofendido la mandó a callar y a regresar a casa. La mujer corrió hacia su amante y le pidió que la llevara con él y ante el asombro de todos los que observaban la escena, subieron a la camioneta, alejándose de ahí.


          Los hombres del pueblo estaban muy ofendidos e instaron al marido abandonado que fueran varios a traerla de vuelta. Tenían que defender su honor. Y así, por la noche, varios hombres armados llegaron en camionetas a Laguna Seca. Muchos hombres, también armados, ya los esperaban a la entrada del pueblo, les pidieron que se regresaran por donde llegaron y al no hacer caso, se armó la balacera, dejando un saldo de tres muertos de Río Verde. Los fuereños huyeron, abandonando los cuerpos de los caídos y se apostaron en El Paraíso. De ahí mandaron a un emisario por más hombres mientras se reorganizaban en el pueblo intermedio.

 

          Por su parte, los hombres de Laguna Seca, alertados por la mujer en discordia, quien conocía el pensar de sus paisanos, decidieron ir hasta El Paraíso y recibirlos ahí, para evitar que hicieran daños en su pueblo. Desconocían que aquéllos también estaban allá. En cuanto se vieron volvieron a hacerse de las armas y las bajas se fueron dando entre ellos y los de el lugar en el que se encontraban, sin tener éstos nada qué ver en el asunto. Después de tres días de guerra, el marido ofendido y el robaesposas, se reunieron y llegaron al acuerdo de matar a la mujer. Muerto el perro se acababa la rabia y así evitaban que al conocer a otro hombre, volviera a hacer lo mismo. La mandaron traer a El Paraíso y cada uno, al mismo tiempo, la llenaron de balazos. Cada quien tomó rumbo para su respectivo pueblo, dejando atrás los cadáveres de la infiel, muchos hombres de los dos pueblos vecinos y muchísimos más, hombres, mujeres y niños del pueblo cuyo único error que cometió, fue haberse ubicado entre esos dos pueblos.


          Desde entonces, solo llueve sangre, dejando un olor muy desagradable recordándoles a los seis habitantes la guerra que se desató en sus tierras por una mala y desconocida mujer, de la que ni siquiera un retrato existía.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario