viernes, 25 de junio de 2021

EL RARO



          Le gustaba caminar, recorrer caminos viejos y nuevos. Con los cinco sentidos atentos, observaba todo. Se sentaba en cualquier banco que encontraba y cerraba los ojos por algunos minutos, para luego escribir algo en una libreta. A veces miraba al infinito con la vista perdida, aspiraba y volvía a escribir. En otras ocasiones, mientras caminaba, se detenía abruptamente y sacaba su libreta para seguir escribiendo enmedio de su caminata. Muchas veces se le vio sentado leyendo su libreta, renegando con ella, rayando renglones y reescribiendo encima de ellos. Los vecinos decían que era una persona rara. Que era amable, sí, pero raro.



          Un día se sentó junto a una mujer y se dedicó a escribir. Después de un rato ella le preguntó qué escribía, a lo que el hombre le respondió: "¿Quieres saber qué es lo que escribo?" Ella asintió y él le entregó su libreta. La expresión de ella pasó de la curiosidad al deleite. Sí, se estaba deleitando con lo que leía. Entonces se volvió a mirarlo. "Es hermoso lo que escribes", dijo emocionada. "Tus poemas están llenos de vida y sensibilidad". El hombre, quien era un escritor solitario y desconocido, sonrió. Era la primera vez que alguien leía sus letras y las calificaba de hermosas.


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