viernes, 18 de marzo de 2022

DESVANECIDO CUAL SUSPIRO



          Con una sonrisa burlona dibujada en su rostro, miró a lo lejos el gran monumento. Le parecía que los halagos para tal obra de arte eran exagerados. Llegó hasta ella y la observó con detenimiento mientras escuchaba al guía relatar la historia de su construcción y culto. La sonrisa del hombre era verdaderamente molesta, pero nadie le prestaba atención. 
     -Me parece que la historia de esta figura ha sido adornada para parecer interesante. -Dijo dirigiéndose al guía turístico.
El hombre siguió con su relato, haciendo caso omiso al comentario. 
Más tarde, cuando todos comenzaron a alejarse, el hombre decidió quedarse un poco más. Se acercó al monumento y de pronto no pudo dar más pasos. La esfinge congeló a aquél de sonrisa sardónica, quien con el calor intenso, propio del desierto, se desvaneció como un suspiro, quedando perdido y olvidado en las arenas de la Meseta de Guiza.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario