En medio de las tinieblas de la noche
las sombras y la niebla se acomodaban
en magnífica y estratégica danza
para aquéllos que disfrutan escribiendo
debajo del manto oscuro somnoliento
las más hermosas y entrañables canciones.
Las estrellas laten entre los rumores
de las plulmas, que casi en silencio lanzan,
cuando emociones y sentimientos plasman
componiendo música con los lamentos
que se arropan entre las hojas pañuelo
dando vida a bellos poemas de amores.
La luna desea calmar los ardores
que tales rimas le encienden con la llama
del desasosiego y la pasión callada
que abruptamente, entre calores intensos,
la envolvieron en el jugueteo diestro
de los atrevidos versos y sus roces.
Ha llegado la madrugada al derroche,
por los sensuales susurros invitada,
bailando entre poemas de la mañana,
contagiada por el ronroneo experto
de la tinta caliente, que en coqueteo,
besar desea, la poesía noble.
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