Desperté en medio de un gran silencio
rodeada de planetas y satélites
en donde todo parecía estático
y la falta de ruido lastimaba los oídos.
De mi ojo se desprendió una pestaña
cayendo sobre la gran masa de agua
provocando tremendo estallido
y causando olas gigantes.
Miré fijamente y con amor al universo
sacudiendo todos sus elementos;
bastó mirarlo desde lejos
para comenzar a revitalizarlo de nuevo.
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